Artículo publicado bajo la firma del connotado periodista José Antonio Torres, Subdirector del periódico El Nacional.

No hay dudas que con la llegada de Danilo del Rosario terminaron los ruidos en el Instituto Agrario Dominicano (IAD), entidad que es parte de la espina dorsal de la economía del país, en un momento de crisis sanitaria mundial, donde la demanda de alimento de producción local sería la tabla de salvación para muchos países.

Se trata de un profesional con experiencia en el área, no sólo por su condición de agroempresario, sino de exdirector de la Oficina de Promoción de Inversión, de exdirector ejecutivo del entonces Centro Dominicano para la Exportación (Cedopex), que posteriormente pasó a ser el Centro de Exportación e Inversión (CEI-RD).

Estuvo al frente de esa entidad con rango de secretario de Estado, función que compartía con la de miembro de la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD).

Actualmente presidente la Asociación Dominicana de Productores e Importadores de Semillas de (Adosemillas).
Se trata de una persona con vasta experiencia de Estado habiendo ejecutado más de 20 misiones oficiales en el extranjero, promoviendo la inversión para incrementar las exportaciones de los productos del campo.

Esa es la razón por la que al llegar a la entidad una de las primeras preocupaciones fue tener un diagnóstico claro sobre la situación de cada área del IAD, sin importar que fueran administrativas y financiera, recursos humanos, operativas u oficinas regionales.

El objetivo de esto era tener las bases para trabajar en una ley de reforma institucional que convierta al IAD en una instrumento eficaz para el desarrollo rural.

Esta reforma también tiene como objetivo hacer de la entidad un referente institucional, de innovación en el Estado dominicano, sumándose al fomento de las exportaciones, el cooperativismo y el progreso sostenible de los parceleros reformados.

De igual forma, promover el proceso de acompañamiento y capacitación a partir de la captación, distribución, regularización de la tierra y la consolidación de los asentamientos.